Las modificaciones del organismo debidas al embarazo no impiden realizar una actividad física regular, en especial y durante los primeros meses. En el segundo y sobre todo, el tercer trimestre, la situación es diferente: el útero, por su volúmen, limita la movilidad del cuerpo e impide los movimientos normales del principal músculo respiratorio, el diafragma. Los músculos abdominales, distendidos, ya no desempeñan tan bien su papel de fijadores de la columna vertebral y la caja torácica. De ahí los dolores de riñones o las crisis de ciática que suelen afectar a algunas mujeres embarazadas y que les impiden realizar cualquier actividad deportiva.
Pero, para prevenir estos problemas, el deporte es precisamete el tratamiento terapéutico que puede resultar más eficaz. También permite mantener el tono cardíaco y la capacidad respiratoria. Sólo hay que respetar una condición: saber moderarse.
¿Qué deportes practicar?
Si el embarazo no presenta ningún problema especial, andar, nadar y hacer gimnasia son muy adecuados para mantenerse en forma.
>La marcha. Es beneficiosa y no ofrece peligros. El jogging sólo debe practicarse a lo largo del primer trimestre.
>La natación. Es el deporte ideal y se puede practicar hasta el final del embarazo sin restricciones. La natación mejora enormemente la circulación venosa. En caso de lumbalgia nade sobre todo de espaldas.
>La gimnasia. Es una actividad física perfectamente adaptada al embarazo aunque nunca se haya practicado. Pero, estamos hablando de gimnasia, no de aerobics ni de musculación, que exigenun gran esfuerzo y están desaconsejados.
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