sábado, 3 de abril de 2010

Síntomas de embarazo

Durante las primeras etapas del embarazo no hay demasiadas señales externas que evidencien el nuevo estado, pero si podemos encontrarnos con toda una serie de síntomas bastante claros que nos lo podrán indicar.

Cada uno por separado no tiene porque ser significativo, pero cuando coinciden varios de ellos, el resultado suele ser concluyente.


El primer síntoma que usualmente va a detectar la mujer es la interrupción del ciclo menstrual, llamado amenorrea. Una mujer regular en sus menstruaciones y que detecte una falta de menstruación de una semana o más, es más que posible que se encuentre embarazada. En ocasiones aun estando embarazada pueden darse dolores de tipo menstrual, algo que puede ser confuso para la mujer. Es importante recordar que por sí sólo una falta en el periodo no puede considerarse un síntoma concluyente pues podría tener otras causas totalmente ajenas a un embarazo.


Otro de los síntomas típicos son las nauseas y vómitos matinales, aunque también pueden darse a otras horas. El origen de estas nauseas, los mareos matinales, lo encontramos en los cambios metabólicos causados por el progresivo aumento de la concentración de hormona del embarazo HGC (hormona gonadotropina coriónica). Esta situación no suele prolongarse más allá del tercer mes de embarazo. También es posible tener sensación de hambre pues se elimina el azúcar con rapidez.


Aumento de la frecuencia en el deseo de orinar casi desde la primera semana de embarazo. El motivo es una mayor acumulación de líquidos en el organismo unido al desarrollo del útero que va comprimiendo la vejiga.


Antojos. Los cambios metabólicos varían los gustos y preferencias por algunos alimentos. Incluso puede producirse rechazo ante determinados olores.


Aumento en el tamaño de los pechos siendo más sensibles al tacto. La areola del pezón, la piel que lo rodea, puede oscurecerse. Mediante estos cambios los pechos empiezan a prepararse para la producción de leche.


Hinchazón en los tejidos provocada por una excesiva retención de líquidos.


Durante el primer trimestre puede producirse fatiga con una cierta frecuencia causada por el desgaste del organismo mientras se desarrolla el feto, y por la acumulación de hormonas.


Estreñimiento y hemorroides. La presión del útero en el abdomen unido con un tránsito intestinal más lento favorecen estos trastornos.


Pueden aparecer varices propiciadas por la presión del útero al desarrollarse en el abdomen, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario